Desde el asesinato, la derecha en Guatemala, junto con sus guardaespaldas: el ejército, han tratado de ocultar la verdad, han inventado historias, incluso pagaron a escritores extranjeros para escribir un libro sobre una versión totalmente falsa y fuera de la realidad.
Ayer fue publicado en los periódicos guatemaltecos que al menos 12 personas más están siendo investigadas, incluyendo militares de alto rango de esa época.
Los derechistas siguen insistiendo que los autores fueron delicuentes comunes, entre otras estúpidas versiones. Uno tiene que ser idiota para creer eso. Es fácil y lógico: está claro que el los militares gobernaron por medio del terror y represión a Guatemala, cualquiera que se opusiera, era tildado de comunista y desaparecido. Monseñor publicó el informe donde acusa al ejército, a pesar de ser amenazado, y dos días después lo matan, pura casualidad según la derecha guatemalteca. Les recomiendo el libro de Francisco Goldman : "The Art of Political Murder".
Sería bueno que este caso también lo tome la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Cuando militares están siendo acusados, los testígos empiezan a desaparecer.
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