Lo he dicho antes, Guatemala es el país de lo mismo. Nos negamos a cambiar. Nos da miedo el cambio, lo desconocido, incluso si se trata de un cambio para bien, igual nos negamos. Preferimos seguir jodidos como siempre. Y hablo de esto porque hoy se publicó la noticia que la desnutrida (como los niños guatemaltecos) reforma fiscal fracasó. Quien se opone? Pues los de siempre. Ellos creen que lo que es bueno para ellos es bueno para Guatemala y punto. Para ellos, que existan pobres, que no todos tengan acceso a educación, salud o que unos cientos de miles de niños estén desnutridos es parte de la vida. Unos van a estar bien y otros muy mal. No es posible que todos tengamos las mismas oportunidades o privilegios. Por eso, eso de hacer una reforma fiscal para que el Estado pueda tener más fondos para la inversión social es una estupidez, porque eso significaría que tendríamos que pagar impuestos y eso sería una locura.
Los argumentos son los mismos de siempre y lo peor, es que sus argumentos están más que comprobados que son falsos y erróneos y como monos amaestrados seguimos obedeciendo, porque nos da miedo el cambio. Uno de los argumentos es: "si pagamos más impuestos, eso no incentiva a la inversión y creación de trabajo", falso, porque ahora que no pagan impuestos, la pobreza a incrementado. Otro argumento tonto: "no queremos estar como esas social-democracias fracasadas en Europa", a cuál se referirán? a los subdesarrollados suecos o finlanddeses? O tal vez a Francia, país en vías de desarrollo?
Mejor seguir con las políticas exitosas neoliberales como en Guatemala. Lo malo, es que solo a unos pocos les parece exitosas. Urge una reforma fiscal, para que el "Gran Cañón" que existe entre los que lo tienen todo y los que no tienen nada se haga más pequeño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario