miércoles, octubre 28, 2009

Más dinero al ejército de Guatemala

El Banco Mundial hizo un préstamo de $350 millones a Guatemala. De ese dinero, Q50 millones estaban destinados al ejército. Por obra de magia, ahora se duplicó esta cantidad. Para los militares que nos leen, eso quiere decir que les van a dar Q100 millones, para que sigan disfrutando de servicios médicos gratis, vivienda, pensiones por supuesto, etc. Todo lo que no tienen los civiles guatemaltecos.
En Guatemala existe una crisis alimentaria muy seria que está matando a niños y a los que no mata los deja medio brutos. Queremos invertir en el ejército cuando no estamos en guerra? O mejor invertir en el futuro de Guatemala (los niños)? Guatemala es el país de las contradicciones. Hasta que no cambiemos nuestras prioridades, no saldremos del hoyo en que estamos metidos, es más, cada vez lo hacemos más profundo.

domingo, octubre 25, 2009

Sí a las drogas, no a la violencia

Hace pocos días se publicó la noticia de que se capturaron a más de trescientos miembros de un cartel de Michoacán, México. El operativo se llevó a cabo tanto en México como en EEUU. Es eso un éxito? Resolverá esto el problema del narcotráfico? No. Todas estas personas y carteles son reemplazables, no tardarán en reclutar a quinientas personas más o se formará otro cartel y el narcotráfico continuará. Por qué? porque el incentivo sigue ahí, que son millones y millones de dólares. Hasta que el incentivo ya no esté ahí, el narcotráfico seguirá. Y las drogas per se no son el problema, el mayor problema es la violencia que generan. Cómo eliminamos el incentivo? Pues legalizando las drogas. Y si esto es muy radical para algunos, podemos empezar con descriminalizar la posesión de droga para consumo propio, legalizar la mariguana y tratar a los adictos como enfermos y no como criminales y así hasta, algún día, legalizar las drogas, regularlas y que no tengan ningún valor comercial, así eliminamos el incentivo y se acaba la violencia.
La guerra contra las drogas ha sido un fracaso rotundo, nadie lo puede negar, entonces por qué continúa? A muchos no les interesa que se legalicen las drogas y que acabe la guerra contra las drogas, empezando por los narcotraficantes, porque el precio de las drogas bajaría y eso no les conviene. En EEUU las cárceles privadas son un gran negocio, llenas de adictos e inmigrantes indocumentados, es una industria que genera billones de dólares al año, sin los adictos, no ganarían tanto. Las policías y ejércitos del continente americano reciben muchos fondos para pagar la guerra contra las drogas, ellos no quieren quedarse sin trabajo. Los comerciantes y fabricantes de armas, tampoco. Pero ellos no dicen que están en contra de disminuir la violencia, sino que utilizan a los radicales conservadores que propagan las mentiras para que el resto de la gente quiera que las drogas sigan siendo ilegales, como por ejemplo: "si las drogas son legales, todos estarían drogados". Ridículo. No todos estamos borrachos porque el alcohol es legal.
Entonces, es mejor que tengamos un problema de adicción y no el gran problema que tenemos con la violencia. Además, el problema de la adicción ya lo tenemos, mejor que los fondos que se utilizan para la guerra contra las drogas, se usen para tratar a los adictos.

lunes, octubre 19, 2009

Libro recomendado


En un chilazo he leído el nuevo de libro de Gustavo Porras Castejón "Las Huellas de Guatemala". De nuevo, como me pasa de vez en cuando con algún libro, no pude soltarlo hasta terminarlo. El libro me parece muy interesante porque cuenta una parte muy importante en la historia de Guatemala desde el punto de vista de alguien que estuvo en la clandestinidad y luego como secretario de COPAZ.
Porras cuenta de donde viene el racismo y clasismo que existe en nuestra sociedad, como desde la "independencia" el país ha sido dividido en los patrones y los que están destinados a ser sirvientes. Me pareció muy interesante como explica la diferencia entre México y Guatemala, en donde México luchó 10 años por su independencia y en Guatemala, la "élite", firmó la independencia por temor de una revuelta popular, y así, proteger sus privilegios. Los que hasta el día de hoy mantienen.
Habla sobre las causas de la guerra y como se dió la paz. Al terminar este libro, uno se da cuenta que la razón de la disminución de la pobreza (aunque todavía es ridículo el nivel de pobreza del país) y los logros sociales y políticos; por ejemplo la inclusión de mujeres e indígenas en puestos públicos y la adición de partidos políticos de "izquierda", lo cual antes era impensable, fue gracias a los acuerdos de paz y no a las maravillosas políticas neoliberales que le han entregado el Estado al narcotráfico y al crimen organizado. Además, me parece que el libro está muy bien escrito y no se esperaba otra cosa sabiendo el nivel intelectual del autor.
Yo viví protegido (hasta donde se podía) de todo esto de la guerra, como muchos con los que crecí, pero ya grandecito en la universidad mi interés por la política creció y aunque tarde, traté de involucrarme. Y así sin saber mucho, fui al parque central para la firma de la paz. Cuando leí este libro, me pareció muy interesante enterarme, al fín. de todo lo que tuvo que pasar para que se firmara la paz.
Se los recomiendo, especialmente a los jóvenes que no recuerdan la guerra o nacieron después o los mantuvieron en una burbuja aisladora durante la guerra, como me pasó a mí.