miércoles, julio 15, 2009

NO A LA CEMENTERA

Había una vez en Guatemala, una fábrica de cemento. Los dueños, son parte de la oligarquía guatemalateca, la cual, con el pretexto de la "libertad y democracia", tratan de mantener sus privilegios a toda costa (que viva la democracio y la libertad cuando sus intereses no se toquen, porque sino, a la mierda la democracia). Entre sus privilegios están: mantener el monopolio del cemento en Guatemala (contrario al libre mercado que predican; cuando se trata de ellos, a la mierda la competencia) y, por supuesto, no pagar los impuestos que les corresponden. Para mantener sus privilegios, éstos, le recuerdan al presidente de turno que ellos son los que pagan las campañas electorales y que ellos controlan el ejército.
Ahora, se les ocurrió abrir una cementera en San Juan Sacatepequez. Las reglas y leyes están hechas para nosotros los mortales, no para ellos, así que el estudio de impacto ambiental, se lo pasaron por el arco del triunfo. La población de San Juan, se opone a esta cementera debido al impacto que va a tener en sus cultivos de flores y por toda la contaminación que va a producir.
El gobierno está entre la espada y la ensalda, porque de un lado tiene la chiche de la que mama (y los que mandan a los militares) y del otro tienen a la población que dice proteger.
Esperemos que el gobierno haga lo correcto (mandar al carajo a la cementera). Un saludo y todo el apoyo a los sanjuaneros. No nos dejemos de los fascitas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El libre mercado es bueno pero los liberales de Guatemala lo prostituyen diariamente. Para ellos si son sus empresas deben estar protegidas.