Eso pasa cuando los bancos y demás grandes corporaciones se vuelven más poderosas que el gobierno, con la excusa de que el Estado no tiene que intervenir en el mercado porque el mercado lo regula todo. Pues nadie regula a esos tiburones, se hacen millonarios aprovechándose de la poca regulación hasta que caen en lo ilegal y todo va degenerando.
Yo sé de personas de familias "acomodadas" que paran de narcotraficantes. No sé si es por la presión social de tener dinero. En Guatemala, tener dinero (bastante) parece ser que es la única forma de ser respetado. Ser honesto, correcto y vivir acorde a su posibilidades ya no está de moda.
Los narcos y ladrones son dueños de Guatemala y de otras partes del mundo. A nosotros los honestos que quedamos, no le demos espacio, ni respeto, ni tiempo a esas lacras sociales. Y todo esto, producto de la debilitación del Estado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario